"Prostitución Vip"

El caso Julieta Gómez deja al descubierto -como nunca- algo que va mucho más allá de lo que pueda emparentarse o no con la "Prostitución Vip". Ella quería llegar a toda costa, cuentan; y se frustró terriblemente después de su paso fugaz por un reality.


Editorial de Rodrigo Lussich y Adrián Pallares 

Casting sábanas, ganas de triunfar sea como sea, colas y colas de chicos y chicas que "quieren llegar", encerrándose en una casa, bailando sin talento, exponiéndose como sea y hasta dónde sea. El "para qué" importa más del "con qué". ¿Llegar adónde? es la pregunta.

Todo el mundo sabe que hay chicas -algunas, no todas, es imposible saber quiénes y cuándo- que van por todo. Que les pagan aviones privados y las llevan de viaje, que hay prostitución en todos los niveles, y que existe un pacto de silencio en el que nadie jamás dirá nada porque a nadie le conviene: ni al que paga ni al que cobra:

Sobre todo existiendo el folklore popular y mediático sobre los "gatos" en la farándula; todo queda en el plano de liviandad de que sea el tema de comentario en una mesa de amigos o en un encuentro dominguero en familia después de los ravioles:Si Fulana es gato o no, si tal es gatero o no. Todos creen, nadie sabe, todo puede ser y seguramente pasan "gato por liebre", aunque la que no corre, vuela.

Y no sólo incluye a chicas; es muy facilista decir que todas son "eso" y es discriminador, acusador y misógino hacerlo. Pero no se puede tapar el sol con la mano. 

Algún galán cotizado -más de uno- también fue accediendo al medio "haciendo lo que haga falta" para "llegar". El objetivo puede más: el problema es que muchos/as ni siquiera saben a dónde ni con qué llegar, ¿Para qué hacerlo si no se tiene el más mínimo talento para eso? ¿Para qué querer un lugar que cuando te toque podés desperdiciar olímpicamente después?

La adenalina que genera la cámara y la adicción que toca a todos los que se posan delante, significa una abstinencia que para algunos -muchos híper famosos- es dificilísimo superar: imaginemos para chicos y chicas que aparecen diez minutos y nunca más.

¿Dónde están el 80% de los Gran hermano? ¿Para qué? Julieta Gómez se pegó un tiro la semana pasada; saber los motivos que la llevaron a tremenda tragedia, y sin dudas es un caso extremo.

Lo cierto es que hay un mundo, un sub mundo y uno más bajo aún, donde se mezclan drogas, favores, disposición al límite, sexo, mentiras y video

Prostituirse no es sólo cobrar. El trofeo, el falso espejismo de querer acceder a un mundo en el que no tenés nada que hacer, provoca que para llegar hagas lo que haya que hacer. Inversamente proporcional al talento son los modos para lograr un objetivo a cualquier precio.

Quien confunda estas líneas con falsa moral o intención de señalar con un dedo a las personas, se equivoca. Cada uno hace lo que puede. Y en tal caso, lo que quiere. 

Como un gran burdel moderno, la tele empata un lodo en el que estamos todos manoseados. Un medio que también está lleno de gente digna y talentosa. El costo que pagó Julieta Gómez nadie lo merece. Quizás sea un alerta rojo, quizás no cambie nada. Pero no nos sorprendamos: Prostituirse en el medio tiene muchas formas.

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