CASO MORIA: EL JOYERO HABRÍA ARMADO EL MEDIATICO GOLPE
Armando Benítez habría hecho confeccionar una pieza de muy baja calidad a un orfebre, a quien le habría prometido 15 millones de guaraníes una vez que se desatara el escándalo que él mismo se encargó de orquestar para que le den dinero. Como no abonó lo acordado, el artista entregó el collar a la Justicia, publica el Diario Crónica.
El joyero Armando Benítez, en el ojo de la tormenta. Fuentes cercanas al caso Moria Casán en Paraguay confiaron a Crónica, en forma exclusiva, que fue el joyero quien armó la causa de la apropiación de la gargantilla en una presentación de Moria en Paraguay. Además, se aseguró que la joya era de baja calidad, circunstancia que produce un giro inesperado a la polémica causa.
Según la citada fuente, “el señor Armando Benítez mandó a desarmar y desaparecer la joya ‘trucha’ a su orfebre Juancito 'el enano' en la ciudad de Luque. Le había prometido pagarle 15 millones de guaraníes puesto que Benítez cobró una importante suma de dinero de manos de Matías Morla, el abogado de Moria. Sin embargo, el orfebre no recibió nada por lo que preservó la pieza casi al iniciar el desmonte de la misma”, manifestó.
Además, relató: “Fue el propio Juancito quien fabricó originalmente a pedido de Armando para dar un ‘golpe’ y que después le pagaría. Se hizo un juego de gargantilla, pendientes y un anillo en plata de baja calidad, zirconias, cristales y topacios azules para la gargantilla. Para los pendientes y el anillo se usaron 3 zafiros azules cabujón ovales que costaron sólo 70 dólares. Lo más costoso que tuvo la pieza fue la mano de obra del orfebre, estimada en unos 5 millones de guarníes, cosa que nunca pagó Armando Benítez”.
Al parecer, fue el citado orfebre quien acercó lo que quedó de la gargantilla al juzgado. Ahora deberían realizar los peritajes correspondientes para corroborar si se trata de las joyas de la causa Moria. Benítez debe acudir al juzgado a reconocer lo que quedó de la gargantilla. En ese sentido, la fuente detalló: “Armando estaba desesperado para que no se supiera que era trucha y ahora no saben cómo hacerla desaparecer. Aunque se niegue que no es la misma, es muy sencillo determinar que se trata de la original”.
Para confirmar si se trata de las originales, explicó que “la pieza recuperada debe fotografiarse de la misma manera que está el original en las fotos proveídas por el propio Armando Benítez. Mediante digitalización de imágenes, se podrá hacer la pericia fotográfica y en alta definición de pixelado se podrá ver con lujos de detalles que son exactamente las mismas”.
El joyero Armando Benítez, en el ojo de la tormenta. Fuentes cercanas al caso Moria Casán en Paraguay confiaron a Crónica, en forma exclusiva, que fue el joyero quien armó la causa de la apropiación de la gargantilla en una presentación de Moria en Paraguay. Además, se aseguró que la joya era de baja calidad, circunstancia que produce un giro inesperado a la polémica causa.
Según la citada fuente, “el señor Armando Benítez mandó a desarmar y desaparecer la joya ‘trucha’ a su orfebre Juancito 'el enano' en la ciudad de Luque. Le había prometido pagarle 15 millones de guaraníes puesto que Benítez cobró una importante suma de dinero de manos de Matías Morla, el abogado de Moria. Sin embargo, el orfebre no recibió nada por lo que preservó la pieza casi al iniciar el desmonte de la misma”, manifestó.
Además, relató: “Fue el propio Juancito quien fabricó originalmente a pedido de Armando para dar un ‘golpe’ y que después le pagaría. Se hizo un juego de gargantilla, pendientes y un anillo en plata de baja calidad, zirconias, cristales y topacios azules para la gargantilla. Para los pendientes y el anillo se usaron 3 zafiros azules cabujón ovales que costaron sólo 70 dólares. Lo más costoso que tuvo la pieza fue la mano de obra del orfebre, estimada en unos 5 millones de guarníes, cosa que nunca pagó Armando Benítez”.
Al parecer, fue el citado orfebre quien acercó lo que quedó de la gargantilla al juzgado. Ahora deberían realizar los peritajes correspondientes para corroborar si se trata de las joyas de la causa Moria. Benítez debe acudir al juzgado a reconocer lo que quedó de la gargantilla. En ese sentido, la fuente detalló: “Armando estaba desesperado para que no se supiera que era trucha y ahora no saben cómo hacerla desaparecer. Aunque se niegue que no es la misma, es muy sencillo determinar que se trata de la original”.
Para confirmar si se trata de las originales, explicó que “la pieza recuperada debe fotografiarse de la misma manera que está el original en las fotos proveídas por el propio Armando Benítez. Mediante digitalización de imágenes, se podrá hacer la pericia fotográfica y en alta definición de pixelado se podrá ver con lujos de detalles que son exactamente las mismas”.
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