Galo preso y Moria indignada

“Le mando un beso a Galito que está preso, que es absolutamente inocente, igual que yo. Es una injusticia total”, dijo la diva desde el estrado de ShowMatch el jueves, minutos después de que la jueza Dina Marchuk dictara la prisión preventiva para su asistente Aldo Alexis Sotto, más conocido como Galo, imputado por supuesta apropiación de las joyas de Juan Armando Benítez, propietario de Armando Joyas. Por el caso también está imputada Moria Casán, cuya situación, si viajara a Paraguay, sería la misma que la de su asistente. “Moria sigue con el proceso de extradición en Buenos Aires. Y si bien está lento, estamos esperando que se resuelva también el pedido de eximición de prisión para que pueda venir a declarar a Paraguay”, explica a PERFIL desde el país vecino Matías Morla, abogado tanto de la diva como de Galo.


Por Julieta Mondet (Diario Perfil)


Según el letrado, la semana próxima habrá novedades. “Estamos esperando que se homologue el convenio que teníamos con el joyero de modo tal que todo se destrabe. El lunes o el martes habrá audiencia y la jueza determinará la libertad o la prisión. Si se homologa el acuerdo, se cae la causa penal. No sé por qué se está tardando tanto, ya que era un trámite muy sencillo”, aseguró Morla, quien trabaja con Víctor Stinfale.
Los abogados que asisten a Moria y a Galo habrían decidido que fuera este último quien se presentara ante el magistrado del país vecino para destrabar el estado de rebeldía en el que se encuentran todos los involucrados, y así apurar y permitir la homologación del acuerdo con el joyero Armando Benítez. Logrado eso, Moria podría viajar y declarar ante la jueza sin correr riesgo de quedar encarcelada.
Si bien el abogado no quiso dar detalles del acuerdo, trascendió que pudo ser económico y que Moria se habría hecho cargo de pagar al dueño de las alhajas una cifra similar al precio de éstas, que oscila los 80 mil dólares. Por su parte, el abogado del joyero, Carlos Rodríguez, dijo: “Hubo un resarcimiento por un valor por parte de Moria al señor Benítez, pero no vamos a especificar el monto”.
Galo. El miércoles, el abogado Matías Morla viajó hacia Paraguay junto a Aldo Alexis “Galo” Sotto. Apenas aterrizaron en el aeropuerto internacional Silvio Pettirossi, como era sabido –ya que aún pesa sobre él un pedido de captura por la presunta apropiación de las joyas–, el asistente fue aprehendido. Galo pasó la noche en el Departamento de Investigación de Delitos de la Policía Nacional, y el jueves a la tarde la jueza Dina Marchuk ordenó su traslado hasta la Penitenciaría de Tacumbú, hecho que se concretó el viernes a primera hora.
“El motivo para que la jueza dictaminara la presión preventiva fue la posibilidad de fuga del asistente de Moria. Marchuk consideró que Galo, además, podía quebrantar la investigación, entorpecerla. Por eso dictaminó esa medida, que es cautelar y le sirvió para someter a Sotto al proceso judicial, ya que la jueza entiende que éste no podía seguir litigando en libertad. Ahora él estará en la cárcel un par de semanas, quizás, hasta que la defensa alegue o hasta que la Justicia rectifique la prisión”, comentó Edgar Ferreira, periodista del diario paraguayo ABC Color.
Si bien en las imágenes que trascendieron Sotto no se muestra preocupado por su situación, se dice que el asistente desde hace años de Moria no estaría pasándola nada bien en esa cárcel, que tiene fama de ser de las más duras.
Caso. El viernes 27 de julio, Moria Casán presentó un espectáculo producido por Luciano Garbellano en el Centro de Convenciones de la Conmebol, ubicado en la ciudad de Luque, Paraguay, donde usó un colgante de brillantes con zafiros azules y un par de aros con brillantes, entregados en préstamo por el empresario y joyero Juan Armando Benítez, quien luego denunció ante la Fiscalía que sus joyas no habían sido devueltas como habían convenido.
Por ese motivo, el sábado 28 de julio Moria fue detenida en el aeropuerto de Asunción y pasó la noche en la Comisaría 17 por la desaparición de las joyas, para ser liberada al día siguiente tras declarar. Días después se pidió la prisión preventiva y la captura internacional tanto para la diva como para sus colaboradores, Sotto y Garbellano.
Sin embargo, todos consiguieron en el Juzgado de Morón y por el juez Juan Pablo Salas la eximición de la prisión en la Justicia argentina, previo pago de fianza. Al mismo tiempo se dio comienzo al pedido de extradición, que finalmente nunca se efectuó.
El viernes 5 de octubre, una persona que no se identificó apareció en el juzgado y dejó un sobre en la secretaría del juez Alberto Benítez, quien estaba en un primer momento a cargo de la causa, sin dar mayores explicaciones. Contenía unas joyas muy similares a las desaparecidas. Entonces se creyó que todo estaba resuelto, pero luego de ser peritadas se demostró que eran falsas, por lo que la jueza paraguaya Dina Marchuk reiteró el pedido de extradición para Casán, Sotto y Luciano Garbellano, todos ya fuera de suelo guaraní.
A eso se sumó que el jueves Coco, el histórico chofer personal de Moria Casán, acusó directamente a Luciano Garbellano por la detención de Sotto. “Galo no sabía que iba a quedar detenido, lo llevaron engañado. Es una transa del joyero y Garbellano”, disparó Coco en A24.

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