"PORCEL ERA ALCOHOLICO Y AMARRETE"

Ana Barbieri, madre de Carmen, rompió el silencio y brindó un duro testimonio personal sobre el cómico, que fue pareja de su hija, en diálogo con el Diario Crónica. "Fue una rata asquerosa", remató. Y hay más...

Rompió el silencio. Anita, la madre de Carmen Barbieri, dialogó en exclusiva con el diario Crónica y lo hizo sin anestesia. Reveló detalles inéditos y, sin medias tintas, brindó su opinión sobre quien fuera pareja de la vedette en su juventud.

La presente semana sigue siendo álgida en el tema de la polémica vida de uno de nuestros cómicos de mayor preponderancia en el escenario de la revista, la televisión y el cine.

Después de una salida de compras, Anita atiende la requisitoria de Crónica y brinda, por primera vez, su testimonio. “Este señor (por Jorge Porcel) era una persona que se encontraba superada, muchas veces, por el alcohol. Una persona amarreta que lo que tenía no lo quería compartir. Un amarrete hecho y derecho”.

Superada por el dolor que seguramente le transmiten esos recuerdos, la madre de Carmen subraya:“Para mí y mi esposo (el emblemático actor Alfredo Barbieri) nunca existió”.

Con tono muy severo, la madre de Carmen dijo: “Fue un tipo de baja estirpe, una rata asquerosa y, por eso, te vuelvo a repetir que, dentro de mi casa, esta persona nunca existió. Que Dios lo tenga en la gloria y si está en otro lado, en el infierno, bien ganado tiene su espacio ahí”.

-Anita, qué nos puede decir de ese famoso episodio en donde su esposo se habría enfrentado a Porcel con una pistola...

-"Eso es mentira. Alfredo nunca portó un arma. Lo que sí es verdad es que Alfredito lo fue a buscar a la salida de Canal 11 y lo cagó a trompadas. Mi esposo le dio, seguramente, su merecido y seguramente no se olvido jamás de la paliza que recibió”.

¿Por qué Ana y su esposo, Alfredo Barbieri, llegaron a tener un vínculo prácticamente de odio con Jorge Porcel? No estaba vinculado con la diferencia de edad; repárese que el cómico le llevaba alrededor de 20 años. Sino, específicamente, porque Porcel había visto nacer a Carmen y, en al gunas ocasiones, hasta habría jugado con aquella nena que, luego, con el correr de los años se convertiría en una mujer muy atractiva y su pareja. Carmen, obviamente, como lo hizo hace unos días evocó a Porcel de una manera muy sensible y por demás afectiva. Sin embargo, Ana, su madre tiene recuerdos que no condicen precisamente con situaciones favorables para el cómico.