"TENGO 75 AÑOS Y HACE 60 QUE TRABAJO SIN PARAR"

Teté Coustarot entrevistó al "Negro" Raúl Lavié. En una charla a fondo con "Democracia" el cantante recordó sus pálmares amorosos: "Todas mis mujeres fueron ABC I". Además contó cómo empezó su carrera, luego que le dijeran que "cantaba mal". 

Raúl Lavié, una de las voces más reconocidas del tango argentino, charló, mano a mano con Teté Coustarot. El "Negro" contó que se encuentra feliz y disfrutando de su nieta, Juanita, de diez meses, y a punto de estrenar un nuevo espectáculo en el Teatro Opera City.

–¿En algún momento de tu vida paraste? 
–Fijate que no. A veces me sorprendo cuando me pongo a pensar en eso. Nunca he tenido un impasse para preocuparme porque no tenía trabajo. Empecé a los 15 años y hoy tengo 75, es decir que hace 60 años que no paro. Una vez me preguntaron cuándo me di cuenta de que era famoso; pero fui famoso siempre, no tengo un registro del día o el tiempo exacto. 

–¿Qué hacías a los 15? 
–Empecé en un instituto musical de Rosario, a cantar en sus coros, y luego con la orquesta que tenía este mismo lugar, compuesta por los jóvenes que estudiaban ahí. Más tarde tuve la posibilidad de comenzar a cantar con una orquesta profesional en LT 8 de Rosario, pero su director dictaminó que yo no sabía cantar. 
–¿En serio? –Fue así, incluso me separaron de la radio y de la orquesta. De todas maneras, con eso que me pasó pude convencerme de que existe algo que se llama destino. Si no me hubiesen separado de ese lugar, quizás estaría en Rosario ahora, no habría podido viajar a Buenos Aires. Gracias a eso me sentí libre y decidí viajar.

–Yo creo muchísimo en el destino. Tu historia es una prueba irrefutable. 
–Totalmente. Si ese señor no me echaba de la radio de Rosario no hubiese viajado nunca a Buenos aires. Encima acá buscaban desde hacía tiempo una voz determinada, alguien joven, y justo llegué yo. Así fue que debuté en la orquesta estable de Radio el Mundo, que era dirigida por Víctor Bucino, con más de 30 músicos, presentada por Antonio Carrizo. Fueron ellos quienes me bautizaron Raúl Lavié, porque en realidad mi apellido es Peralta.

SU PAREJA Y SU FAMILIA

–¿Cuántos hijos tenés? 
–Tengo cinco divinos, dosvarones y tres mujeres. Estoy feliz porque junto a Laurita hemos tenido la suerte de forjar una familia unida; siempre he predicado que mis hijos no eran medio hermanos, sino hermanos. Laurita estuvo de acuerdo con eso, entonces los aglutinó a todos. Tanto así que uno es padrino del hijo del otro, la otra es madrina de este, y así. 
–¿Cuánto hace que estás con Laura? 
–Hace 32 años. 

–¿Quién se levantó a quién? 
–Laurita, como corresponde (risas). Siempre he dejado que las mujeres se acerquen a mí. Si fuera por uno, trataría de levantarse a todas, pero corrés el riesgo de patinar y quedar como un baboso total. En un momento de mi vida decidí guardarme y esperar a que se acerquen; Laurita finalmente se acercó a mi vida. 
–¿Cómo se conocieron? –La conocí en el Tigre; yo tenía un barco con el cual salía a navegar los fines de semana. Estaba anclado en el Sarmiento, si mal no recuerdo, y a metros había un velero con un señor y cuatro chicas disfrutando del sol y tomando “negronis”. Una de esas chicas, que tenía trencitas, se arroja al agua y empieza a pedir socorro; yo la observaba desde la borda mientras me reía porque parecía una broma, pero era en serio. En eso viene la rubia de turno, la que me acompañaba en el barco, y me mete adentro. 
–(A Laura, que está presente en la nota): Seguramente era teñida, Laurita. 
–No, era una rubia con unos ojos preciosos. Lo mío siempre fue de mucha calidad (risas), ABC1 o nada. Además, me lo merecía.

Si querés leer la nota completa a Raúl Lavié, la podés encontrar en la edición impresa de esta semana de "Democracia".