Fantino, sobre la competencia con Tinelli: "Muy pocos resisten psicológicamente la falta de oxígeno"

Alejandro Fantino tiene desde hace un tiempo la difícil tarea de enfrentarse contra Marcelo Tinelli. El conductor deAnimales sueltos habló sobre este desafío: "Competir con Tinelli es psicológico más que a nivel número. Llevo años compartiendo aire contra Tinelli y muy pocos resisten psicológicamente la falta de oxígeno".


Además, el marido de Miriam Lanzoni explicó que se acostumbró a "resistir" a los altos números de ShowMatch en una entrevista con Miradas: "Yo viví cuando (Marcelo) él picaba a 42 y nosotros a 1.8. Hoy mete picos de 23 o 24 y a nosotros nos deja en 2.5, 2.3 o 2.2. Sabés que tenés que resistir. Cuando él se va al corte, volvés a subir. Entonces es una guerra psicológica que si no sabés jugar, te retira de la tele".
Aunque está acostumbrado a enfrentarse contra el líder de Ideas del Sur, manifestó que se siento más cómodo cuando no está en la pantalla: "Estoy recontra plantado y creo que hasta extrañaría no tener a Marcelo del otro lado. Me crié y me instalé en la televisión de aire compitiendo contra esa bestia, pero de todas maneras siempre es más cómodo si él no está, porque por ejemplo, el año pasado que él no estuvo, yo gané el Martín Fierro como mejor conductor".
Luego, Fantino se refirió a su relación con el rating y cómo influye en el día a día de su trabajo: "Hay algo de ludópata en mí con respecto al rating. Sinceramente me moviliza, me importa, me cambia el humor. Lo he hablado mil veces con Juan Cruz Ávila (productor de su programa), que me dice que no tengo que mirar el minuto a minuto, y por eso digo que tiene algo de ludopatía. Ver si proponés un tema que pica a ocho puntos, sentir que coroné el nueve. Lo pienso por ese lado. Lo que me moviliza internamente tiene que ver, creo, con lo que moviliza a un ludópata cuando corona un número en el casino".
Por último, explicó que características lo diferencian del resto de los conductores: "Yo soy uno más, que entendió que no solo es una hora y media de aire. Hay una especie de laburo diario y de colocación de energía en esto que es permanente y constante. No se trata de dedicarle nueve horas por día a leer, se trata de que, por ejemplo, puedo estar en Río de Janeiro descansando panza arriba, se me ocurrió una idea y corro al hotel a anotarla. Entonces, me he dado cuenta de que para eso, soy un tipo único porque nadie le da tanta bola ni está tan enamorado de la profesión como para hacer una cosa así".

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