Alfano, Alé y Escudero se reconciliaron en "Bailando 2010"

miércoles, 16 de junio de 2010

Pareciera que el culebrón de "Bailando 2010" siempre tiene un nuevo capítulo bajo la manga. Esta vez, uno que incluyó amor, paz y "bendiciones", y que tuvo como principal protagonista a un trío que el año pasado pisó la pista de baile con su arsenal de cruces verbales y enojos -y que también usó en cuanto programa de espectáculos pudo-.

Anoche, Graciela Alfano, Matías Alé y Silvina Escudero ¿cerraron? su vieja historia de "dimes y diretes" con un epílogo plagado de palabras de arrepentimiento, disculpas y hasta invitaciones "a tomar el té".

La trama de esta suerte de "tregua" comenzó a tejerse luego del duelo y, por pedido de Marcelo Tinelli, quien alentó a Escudero a saludar a cada uno de los miembros del jurado.

Para sorpresa de la audiencia, lo que parecía imposible sucedió: la bailarina -quien recibió halagos por parte de Ricardo Fort y la ex de Alé- se acercó a la mesa examinadora y saludó con abrazos (en el caso de Reina Reech, Aníbal Pachano y Carmen Barbieri) y besos al empresario y Alfano.

Aquí, quizá, comenzaba a tejerse el clímax del desenlace. Tras ofrecerse un inexpresivo saludo, Escudero tomó en brazos a la mascota de Alfano y, de vuelta con Tinelli, hizo un inesperado descargo.

"Nunca, nunca, quise hacerte daño; yo conocí a Matías en 'Vedetísima', primero fue mi compañero, después mi amigo y luego, me enamoré", le explicó a quien fuera hasta entonces su archi enemiga.

Alfano, ni lerda ni perezosa y acorde con las ondas de amor y paz que flotaban en el piso de Ideas del Sur, se disculpó con la Escudero.

"Fue muy difícil separarse de Matías después de tantos años y reconozco que sufrí mucho porque me costaba ver al hombre que amé con otra persona. Me enojé y lamento haberte hecho sufrir a vos, Silvina. Ahora veo a Matías trabajando en la obra de teatro y quiero tener una mejor relación. Es más, me gustaría recibirlos a tomar el té en casa en familia y que me inviten a su casamiento. Eso sí, no llamen a su hija Graciela por favor", bromeó.

Luego de tantas palabras y expresiones de buenos deseos (que, incluso, sumaron el secado de las lágrimas de la morocha), llamó a Matías Alé para darle la bendición a los tórtolos.

"Me hacés acordar mucho a mí cuando era joven, siempre estaba a la defensiva", lanzó con cierto dejo de ternura la jurado. "Vení Matías, me gustaría darle la bendición a esta pareja".

Alé acató el pedido y, emocionado, le dio las gracias a Tinelli por el desinteresado acto de haber logrado la reconciliación de uno de los triángulo amorosos que más material les dio a los programas de chimentos.

"Estoy muy feliz por esta situación. Me siento orgulloso por el gesto que tuvo Sil, la mujer que está a mi lado, y también por lo que dice Graciela, que sé que es una persona de luz. Grace, de corazón, te deseo que ojalá encuentres a una persona para vos, por el amor que nos tuvimos. Adoro a tus hijos y estoy seguro que la encontrarás pronto", sumó Alé.

Como corolario, Alfano reconoció sus abscesos de maldad, le dio consejos de baile a la morocha y le recomendó que si el día de mañana tenía una hija con Matías, "no le vayan a poner Grace".

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