Jorge Rial: "La farándula argentina es cartón pintado"

Rial llega a Carlos Paz con "El ángel y el demonio del espectáculo". Y le dedica palabras a Sofovich, Canosa y Gvirtz.

Este viernes debuta con El ángel y el Demonio del Espectáculo en el Teatro Acuario, y no es difícil suponer con cuál de los dos se identifica más. De todos modos, llega sin maldad, o al menos asegura que sólo quiere divertirse.
Ese es Jorge Rial, que el lunes mostrará el renovado Intrusos de canal América, cuya escenografía aprobó el 30 de diciembre, antes de cerrar el año y viajar a Córdoba.
Al otro lado del teléfono, Rial suena como Rial, el mismo que se ve en la pantalla cada tarde: se detiene en Gerardo Sofovich; habla un poco de Viviana Canosa; dice que la farándula argentina “es cartón pintado” y que en el ambiente es difícil tener amigos. También de esta idea de subir al escenario en una “gira de debut y despedida”.
En sala jugará al juego del ángel y el demonio del show bizz, donde expondrá en monólogos de actualidad algo de lo que se sabe y mucho de lo que no se sabe de las figuras del star system vernáculo.
“Tengo ganas de ir a divertirme”, es lo primero que dice Jorge Rial, quien promete que en pocos días de verano ya pudo recabar “muchísimo material” para la obra. Primero lo dice esperanzado, después convencido: “Seguro que me voy a divertir mucho”.
La estructura del show es la que presenta hace meses, pero ha sumado nuevas secciones y ha incrementado las que la gente disfruta más: el Photoshop, donde muestra cómo la tecnología tiene mejores propiedades que el aloe vera. “Hay nuevas peleas, nuevos pactos mediáticos y una sección donde la actualidad la voy a tocar. Están pasando cosas que me las dejan picando”.
–¿Qué creés que vas a generar? ¿Miedo? ¿Bronca? ¿Risa? ¿Respeto?
–Voy a divertir a la gente y a divertirme. No voy a laburar para los artistas ni para el ambiente. El que me va a ver sabe qué va a ver y con quién se va a encontrar, así que miedo no va a tener. Respeto, seguro que ya me lo tienen de otro lado...
–¿Por qué el escenario? ¿Con la TV no te alcanzaba?
–Hay una búsqueda mía constante. Me gusta comunicarme. Hice radio, tele, lo hago desde la revista (Paparazzi), desde primiciasya.com, escribí libros, en revistas, en diarios. Toqué todas las cuerdas de la comunicación, menos ésta. Y es grandiosa, porque le ves la cara a la gente, te das cuenta de cuál es la reacción en el instante. Igual, no me subí para quedarme.
–¿Cómo ves el verano en las sierras?
–Está divertido. Está Flor de la V, que le va muy bien; la revista de Daniel Comba, que dicen que está muy buena; el Negro Álvarez, El Flaco... hay gente importante.
–Está Gerardo Sofovich.
–Cuando llegue Gerardo a Carlos Paz seguramente va a estar bueno. ¿Cuándo llega?
–Ya estrenó, el 18.
–Ah disculpá, no sabía (ríe). Por lo que me cuentan, la temporada arranca después de Reyes... por ahí un rey mago le avisa a la gente que ya está Gerardo. ¿Estás seguro? Por ahí la información que tenés no es buena.
–Es buena.
–Más allá del chiste, Gerardo también es importante que esté... y que haga la despedida de su carrera en Carlos Paz. Está bueno (vuelve a reír).
–Si te lo encontrás en un restaurante ¿lo saludás?
–Ejemmmm. Sí, como no. De lejos. La verdad, no me voy a pelear. A mí lo que me conviene es que se peleen los otros. Además, pelearme con Gerardo hoy es robarle el chupetín a un nene.
–Alguna vez insinuaste que podrías dejar “Intrusos”. ¿Es un programa que verías en tu casa?
–Renové por cinco años con el canal. Igual, no sé si me veo cinco años más, y naturalmente Luis Ventura sería el indicado para seguir. Obviamente lo miraría: Intrusos es un hijo mío. Igual, nunca me iría: si no estoy adelante de cámaras estaría atrás. Mientras me siga divirtiendo voy a estar. Acabo de ver la escenografía nueva, que van a ver el lunes. Tengo muchas pilas.
–Siempre está la idea de que las peleas son armadas. ¿Cuánto hay de ficción?
–Todos los quilombos tienen una base de realidad. Lo que hacemos nosotros es adornarlo. Yo lo agrando, los enfrento. Tengo que hacer un show de esto. Pero ese caldo que está en el fondo de la olla es real. Cuando (Aníbal) Pachano y (Graciela) Alfano pelean, hay un condimento cierto. Lo que hago es recrear y agregarle cosas. Es mi laburo. Yo escribo una novela todas las tardes.
–¿Sabrías recibir golpes?
–Me han golpeado mucho. Hay un fulano que se llama Diego Gvirtz, que tenía un programa exitoso que destruyó, Televisión registrada, que se la pasó golpeándome. Y no logró hacerme mella, ni poner a la gente contra mí, ni nada. A Intrusos le han pegado de todos lados y acá estoy. Y cuando hice Gran hermano, ¡por Dios! Pero sé que es parte del juego. Ahora... yo recibo, y doy. Estoy expuesto, y no le escapo a la pelea.
–En la pelea con Viviana Canosa. ¿Respetás el hecho de que se te enfrente?
–Con ella no hay pelea. La estrategia suya es viejísima, la usé yo hace mucho: pelearte con el que está arriba tuyo para ver si recibís algo. Pero no me mueve un pelo, no me mueve la aguja, no le respondo, no la escucho. Está fuera de mi radar.
–¿Lo tomás como una traición?
–Noooo. Para nada. La gente tiene que crecer, y está bien. No es la única que se fue de mi lado, tiene laburo. A mí me traicionan los amigos, ella era apenas una empleada.
–¿Has logrado hacer amigos en el ambiente?
–No. Mis amigos están fuera. En el ambiente tengo buena relación con muchos, pero no amistad. Si te hacés amigo, ellos sólo buscan domesticarte. “No hables mal de mi porque sos mi amigo” o “hablá bien de mí”. Me pasó con Gerardo, y así terminó.
–Muchos conductores a veces parecen sufrir culpa del éxito, o se la pasan justificando lo que hacen.
–A mí no me da vergüenza lo que hago, nunca me dio. Y eso que decían que hacía periodismo basura, berreta, amarillo. Igual, creo que se terminó adaptando la TV a esta forma. Los noticieros hacen espectáculos. Hay gente que se abre de esto y dice que quiere “dedicarse a otra cosa”, o que no le importa el rating. ¡Mentira! Nos importa. Miramos el minuto a minuto. Nos gusta ganar, nos duele perder. Pero yo nunca me fui de la cancha, incluso cuando peleaba en inferioridad de condiciones.
–¿Medís la tele en términos de rating o de poder?
–No. Es un laburo. El que soñé. El poder, como te lo dan te lo quitan. Estuve con GH en un programa de 50 puntos y al otro día me iba a remar a Intrusos. Y no me agrandé.
–¿Cómo explicás que Intrusos sea popular cuando mostrás gente que tiene tan poco que ver con lo que nos pasa al común de nosotros?
–La gente del ambiente cree, perdón por la forma en que lo digo, que caga con olor a rosas, y en realidad lo hace igual que vos o que yo. Y al televidente le gusta ver que los tipos que nos venden glamour no cagan rosas, que se pelean, que tienen bajezas, que son miserables... o no, al revés. Es lo que pasa en cualquier barrio. La verdad, la farándula argentina es cartón pintado.

Por Daniel Santos

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