LOS ULTIMOS MENSAJES

En 1983, FMR, la FM de radio Rivadavia, era una explosión. Por las mañanas, Juan Alberto tenía su programa Piedra Libre. Un éxito. Estudio chiquito, casi para sólo dos personas.Badía siempre estaba...





... Los que entraban y salían: Marcelo Tinelli (siempre a las carcajadas porque Badía casi no lo dejaba hablar o lo interrumpía durante los flashes deportivos), la locutoraMaría Ester Sánchez y la voz del informativo Martín Cavallero, de El Rotativo del Aire. Fui a llevarle copias de fotos en blanco y negro que publicamos en la revista Gente y que nos las había pedido. Eran de un partido que se había jugado un sábado de septiembre entre actores y periodistas en la cancha de Excursionistas. La foto, hoy es más que nunca un símbolo. En su mano, entrando a la cancha, llevaba la pelota como una ofrenda “para que jueguen todos”,un clásico de él.
Muchos años después, en 2004, volvimos a encontrarnos, pero esta vez trabajando juntos durante cuatro años en radio Del Plata. El hacía “Una buena idea”, los sábados de 9 a 13. Su estilo, su música, sus amigos, su vida. Cuando el Mundial 2006 escribí un texto donde reflejé la espectacular cobertura de la radio. Lo leyó en mi oficina. En silencio. Se emocionó. De tan generoso que es, porque sigue siéndolo, como siempre, me pidió que yo lo leyera por la radio. Me negué. “Para eso estás vos”, le dije.Y lo hizo, con gusto. Aún lo guardo como el más maravilloso trofeo para recordar su voz. Pasaron los años y la vida nos encontró en distintos lugares de trabajo.Y lo recordé. Y mediante mensajes fuimos “hablando”, porque en la última etapa también esa fue su manera de estar cerca. Así fue como lo felicité por el Martín Fierro y su emotivo discurso (que hoy es parte de nuestra tapa). Primero, lo llamé al celular. Contestador. Le dejé mensaje. Después un sms. Y me contestó “al toque”.“Gracias, al estimado Hugo”.Y no volví a llamarlo hasta el viernes pasado, un día antes del partido de River por el ascenso. Primero, llamado al celular. Contestador. Le mandé un sms.Queríamos que escribiera una columna con su opinión.“Al toque”no me contestó. Esperé. Esperamos.
Sábado 23, después del triunfo de River, volví a escribirle. Destaqué la emoción que tendría porque River, su amado River, volvía a primera. Una vez más, no tuve la respuesta “al toque”, como me mal acostumbró. No sé si llegó a leerlos. Quizás, si alguien de su familia toma su celular podrá comprobar los últimos mensajes. No sé si habrán sido la despedida, pero siento que si fue así, fue alegre, fue por River, fue por él. Desde Crónica también pensamos en él, aun cuando en silencio, peleaba, luchaba por seguir viviendo. Me acuerdo ahora de Marisa, su hermana, amiga y confidente, y gran profesional de la televisión, que estará todavía recordando cuando le dijo en el Martín Fierro: “Estoy felicísimo y te necesito, hermana.” Cada uno a su manera, tiene una anécdota, una historia para recordarlo. Estos últimos mensajes, en silencio, quedarán para siempre.Y como le gustaba a él, que lo recuerden con alegría, como la más maravillosa que recibió el sábado pasado.
Por Hugo Ferrer
Gerente de Medios del Grupo Crónica

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