"CUENTEN CON MI REZO POR EL SANTO PADRE FRANCISCO"

Teté Coustarot, quien todas las semanas entrevista a distintos personajes del mundo del espectáculo en el Semanario Democracia, dio su opinión tras la asunción del Papa Francisco. Contó que conoció al argentino en la Catedral de Buenos Aires e hizo un mea culpa.

Teté Coustarot dejó una reflexión para el Semanario Democracia, donde cada semana sorprende con sus grandes entrevistas, acerca del momento histórico que se vive en el mundo, tras la asunción de Jorge Bergoglio como el Papa Francisco.

"Cuando uno recuerda y cuenta cómo se enteró de determinada noticia, es porque es muy importante y significa mucho. Todos recreamos permanentemente las sensaciones que nos invadieron cuando empezó a circular el titular 'El papa es argentino': sorpresa, incredulidad, alegría, emoción, lágrimas, ganas de compartirlo y orgullo. Y también descubrir que la religión es mucho más importante que lo que creemos o lo que expresamos", comenzó el relato.

"Cuando hablamos de la Iglesia aflora nuestra religión católica y los símbolos vuelven a tener fuerza. 40 millones de argentinos quedamos suspendidos por instantes, sintiendo que el corazón latía más fuerte. Yo estaba en la Fundación Favaloro en reunión de trabajo por el programa de televisión; comenzamos el encuentro con la salida del humo blanco y los benditos teléfonos celulares empezaron a sonar y sonaba por todos lados 'Bergoglio'. Inmediatamente recordé el bautismo de los nietos mellizos de Laura y Roberto en la Catedral donde saludé y charlé brevemente con el cardenal, y también las veces que escuché sus disertaciones en 'Epoca' y me impresionaba cómo traía los grandes temas a lo cotidiano; siempre el otro, el semejante, era el importante", recordó.

Teté Coustarot se sinceró: "Debo también hacer un mea culpa: no tuve la capacidad de darme cuenta de tanta austeridad - humildad - solidaridad - presencia donde se requería una mano que confortara. Lo descubro ahora con los testimonios que veo por todos lados, y pienso que es una formidable enseñanza: cuánto de bueno hay a nuestro alrededor sin que tomemos conciencia o dimensión si no hay un reflector que apunte".

Y desde la emoción cerró: "Gracias, felicitaciones y cuenten con mi rezo por el santo padre Francisco"