Perdidos en la ciudad: Las tribus conocieron la noche porteña

Concluyó un nuevo capítulo del entretenido reality "Perdidos en la Ciudad", donde las tribus Mentawai, Hamer e Himba conviven con argentinos y practican las costumbres y actividades características occidentales.



En el comienzo de este capítulo, mostraron los problemas que tiene la tribu Mentawai para familiarizarse con el idioma: "Yo allá aprendí, ahora ustedes tienen que aprender acá", dijo Nancy, firme, de la familia Funes. Y, como si fuese poco, un integrante de la tribu no quería hacer la cama porque decía que sus familiares se iban a burlar de él. "¡Que lo hagan tus hijas!" le dijo a Nancy, quien entonces le ofreció que fuera a comprar pan. "Eso sí lo hago", contestó.

Por el lado de la familia Moreno, los chicos llevaron a los extranjeros a un paseo en tren: "No quiero, no me interesa, que suban ellos. Estoy cansado", mintió un miembro de la tribu Hamer. Pero luego accedió: "Es increíble como sin caminar llegás a otro lugar. Desde el tren se veían otras cosas, se ve un mundo distinto", confesó. La situación se tornó graciosa cuando los llevaron a un kiosco para comer un pancho. "Cuando vi la comida no me gustó nada lo que estaba entre los panes", dijo un Hamer, aunque finalmente lo comió y soltó una carcajada.

Mientras, en la familila Villoslada, el padre llevó a un miembro de la tribu Himba a la óptica donde trabaja su esposa. "Ella manda acá? Esto es tuyo? La que manda acá es Laura? En serio?" el hombre no podia entender que la óptica fuera atendida por una mujer. Luego se probó unos anteojos: "No me gusta este, me hace ver todo verde, no veo bien". Aunque al final encontró unos con marco plateado que le gustaron: "Esto va a atraer a las mujeres", dijo, sonriente.

Finalmente, llegó el momento de la noche, el momento que tanto esperaban los extranjeros hombres... y también las chicas argentinas.

La escena más interesante la protagonizaron las chicas de la famila Moreno, quienes les presentaron los Hamer a sus amigas: "Son todas muy lindas", dijeron. Pero todo quedó ahí. 

"Lo noto respuetuoso, en su tribu no hay tabú con respecto al sexo, pero acá no hacen nada", dijo una de las chicas Moreno a su hermana. Y agregó: "Me genera como un amor, como ternura. Nuestra relación es distinta que con el resto de los Hamers, hay algo especial".

"En nuestro pueblo, cuando una mujer te gusta se lo decís y estás con ella. Pero acá, aunque sé que le gusto, no logro acercarme", reconoció un Hamer, a lo que su compañero respondió en un tono inocente: "Tenés que preguntarle si quiere dormir con vos".

Los de la tribu Himba también opinaron: "Nos llevaron a un lugar oscuro, con luces raras, donde la gente se junta para bailar. ¿Por qué no bailan en su casas?". Pero igual se divirtieron al ritmo de la música occidental. Pero eso no fue todo: ¡Hasta se vivieron escenas de celos con las chicas Villoslada! Un integrante de la tribu bailó con otra chica, y Nayla no dudó y lo abrazó fuerte. Pero, cuando parecía que todo iba a terminar en un beso, la mujer puso los límites.

Mirá el divertido video de los Himbas en el boliche:


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