Julián Weich: "Lo más feo de ser famoso es que no podés apagarlo"

Lejos quedó aquel actor que dio sus primeros pasos en La Banda del Golden Rocket, Pelito y Clave de Sol, para pasar a ser uno de los conductores de entretenimientos más importantes del país.


Julián Weich es uno de los tantos animadores que hoy están alejados de la televisión. Pero él sigue cerca de la gente y con entusiasmo por el lanzamiento de su libro "El 5% de tu tiempo para cambiar el 100% de la vida de alguien que lo necesita", que habla sobre solidaridad.
"Queremos que la gente se anime a ser solidaria", dijo el actor y conductor, durante una entrevista con Teleshow, en la cual también habló sobre la fama, la televisión, el rating y las oportunidades que le da el medio.
"Lo más feo de ser famoso es que no tenés opción, no podés apagarlo, está prendido siempre, no podés decir ahora no soy famoso, a menos que uno se vaya a vivir a un lugar en el que no te conozcan. Entonces, aunque no quieras, uno te da un beso y un abrazo y otro te dice 'no me gusta lo que hacés, no te banco, no te soporto'.Estamos abiertos a una crítica constante. Somos como un cuadro que la gente pasa y lo ve, con la diferencia que este cuadro escucha, siente, ve, percibe", analizó.
Julián reconoció que él es capaz de saber qué piensa la gente al verlo: "Yo voy caminando por la calle y sé exactamente que hicieron un comentario, que el de enfrente me está mirando y la gente cree que no... Nunca me pesó la fama porque yo la busqué, no la fama, sino un trabajo que genera fama. Empecé a actuar porque me gustaba y después, por accidente de la vida, terminé siendo famoso. Siempre me dediqué a hacer bien mi trabajo, que después me dio fama. Ser actor es un trabajo más, comunicar es mi trabajo".
De todas formas, en estos momentos no está trabajando como comunicador en TV, algo que hizo con mucho éxito con ciclos comoSorpresa y media, Fort Boyard, Trato Hecho, Expedición Robinson yJusto a Tiempo, entre otros. "No volvería a hacer ningún programa, son ciclos, lo comparo con el colegio. Me aburro de mí mismo con algunas cosas que hago, son ciclos que se cumplen y los cierro", se atajó.
"Nunca sé con qué me gustaría volver a la televisión. Siempre que termino un programa viene el famoso programa que se llama incertidumbre porque no sé ni con qué volvería, ni cuál sería un ideal de programa porque más allá que uno tenga un ideal de programa hay que ver qué quiere el canal, qué horario te dan. Si no tuviera en cuenta el factor presión, iría en el prime time de lunes a viernes, como pasó con Justo a Tiempo, por ejemplo. Porque es el horario en el que está toda la familia, te ve todo el mundo, pero hoy en día es competitivo, difícil, riesgoso".
Sobre las bajas mediciones de rating de los programas, Weich tiene una opinión formada: "El minuto a minuto hoy en día está mutando a la televisión, la está destruyendo. La gente está queriendo saber más (opta por ciclos periodísticos) y por ahí no quiere que la entretengan. Por otro lado está el tema económico. Hay más programas con panelistas que ficción, pero mi opinión pública sobre lo que me gusta ver en televisión no tiene sentido porque es la opinión de alguien que sabe. Cuando yo hago un programa estoy diciendo 'esta es la televisión que quiero'".
"Quiero una televisión menos competitiva en el minuto a minuto, me gustaría que haya una televisión más solidaria, pero el ego de los canales hace que se compita hasta por la señal de ajuste".
En cuanto a los conductores, dijo que no hay uno que prefiera y no se animó a opinar sobre el alejamiento de Marcelo Tinelli de la pantalla:"Sobre Tinelli no pienso ni opino, puede ser una decisión personal o empresarial. Yo tampoco estoy y no le importó a nadie, voy a estar el día que tenga algo para hacer. Yo lo que veo en los conductores es el contenido. Con el correr del tiempo hay conductores con menos contenido, con menos editorial propia".
"Este trabajo es así, dependés de la oferta y la demanda. La televisión siempre está ocupada, no porque uno no esté queda el agujero. Yo quiero estar porque es mi trabajo, pero no a cualquier precio porque me da vergüenza. Le escapo al escándalo porque duele, no me gusta que me duela, es evitar el dolor. Sí que critiquen mi programa, que digan 'el programa de Julián es malo, es aburrido'. Eso no me preocupa. En cambio que hablen mal de mí, sin sentido, sobre todo cuando inventan, me provoca daño, dolor".
"Hoy, en la calle me dicen ‘volvé'. La gente lo que me demuestra es mucho afecto, mucho beso, abrazo. Yo trabajo para multitarget, para que me entienda el nene y el abuelo".
Entrevista: Natali Harari

Comentarios

Entradas populares