"Creo en la fidelidad, más allá de las tentaciones"

Adriana Salgueiro se presentará este sábado en General Pacheco con la obra Éramos tan amigas, donde interpreta a una mujer abandonada por su marido. Y en una charla con DiarioShow.com, la actriz confesó que, casada hace 18 años, el secreto es "el diálogo". Todos los detalles, aquí.


POR: RICARDO FILIGHERA

La separación, la amistad, una mudanza son circuns­tancias de difícil resolu­ción, que encierran cambios y modificaciones profundas. Y estos temas se abordan en la obra “Éramos tan amigas”, del autor Guillermo Camblor, cuyo estreno se llevará a cabo este sábado en la localidad de General Pacheco.
Las intérpretes son Adriana Sal­gueiro y Claribel Medina, quie­nes sobrellevarán todo el esfuerzo de la historia en el escenario.
En charla con DiarioShow.com, Adriana contó: “Yo compongo a Graciela, que acaba de ser dejada por su marido y es asistida, en una mudanza, por su amiga, personaje que cubre Claribel Medina”.
Para Adriana, el desafío es gran­de, ya que "estamos nosotras dos solitas con nuestras almas en el escenario. No hay lugar pa­ ra pausas y se da un cruzamiento de diálogo entre Claribel y yo, como si nos conociéramos de to­da la vida".
Por otra parte, Gui­llermo Camblor plasma con mu­cha eficacia la problemática de la sociedad de nuestros días y, sobre todo, el universo femeni­no”. “Mi amiga viene a contener, a ayudar, sin embargo, a partir de determinadas participaciones, se desatará un conflicto impensa­do”, sentenció Adriana.
A lo que agregó: “Estoy en pareja desde hace 18 años con Alejan­dro Arellano, conviviendo, co­mo lo hacían nuestros padres. Hemos descubierto el secreto del diálogo con muchas ganas de envejecer juntos. Convivimos a la antigua, dormimos en la mis­ma cama y compartimos la mis­ma habitación”, subrayó con una sonrisa la intérprete. “Hay que trabajar de manera perma­nente para fortalecer el vínculo de pareja”.
Ante nuestra consulta, para Adriana, la fidelidad “tiene que ver con el amor, con una actitud de vida, con la sorpresa. En la vi­da, uno está siempre expuesto a determinadas tentaciones, pero la fidelidad siempre permanece­rá bien cuidada cuando entre esas dos personas hay, reitero, un permanente diálogo y por­ que se respetan. Además, en nuestro diccionario de convi­vencia, la palabra aburrimiento no existe”.

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