Herederos de una venganza: los hijos de Maradona enfrentados por us$ 6 millones

Si no ocurre ningún improvisto serán cinco los descendientes de Diego. Dalma y Giannina actúan como si su padre estuviera muerto y ya planean las divisiones sin tener en cuenta a los otros. Un patrimonio importante sumado a 6 millones de dólares, es lo que está en juego.


Diego Maradona, además de ganar el Mundial de México 1986, tuvo hijos con tres mujeres diferentes (algunas informaciones indican que son más) y espera uno más con otra mujer.  Sus hijos, Dalma, Giannina, Diego Sinagra y Jana Sabalain son hasta el momento los únicos herederos al patrimonio que cosechó a lo largo de su vida. 

Si bien todos ellos llevan el apellido Maradona, el astro del fútbol reconoció públicamente que sólo tiene "dos hijas". Y es aquí el eje de la cuestión, debido a que tanto Dalma y Giannina actúan como si su padre estuviera muerto porque no soportan que Diego esté esperando otro dijo varón, con Verónica Ojeda, mujer a la que abandonó en las últimas horas. 

Por lo tanto, las nenas de Claudia Villafañe se pusieron en campaña, junto con su madre, para someter a Diego y amenazarlo con perderlas si él seguía en pareja con Verónica y si le daba el apellido a su futuro varoncito. Claro, la lectura más llana que se realiza es que ninguna de ellas quiere dividir en otra cifra más el importante patrimonio de propiedades y esos supuestos 6 millones de dólares que Maradona se ganó en Dubai como DT de Al Wasl.

Tal cual ocurre en las empresas familiares, cuando los descendientes se pelean entre sí para quedarse con el sillón del patriarca, el clan Maradona aplica las mismas estrategias de guerra. 

Dispuesta a todo, Giannina le habría aclarado a su padre que si le daba el apellido al niño que está hace cinco meses en la panza de Ojeda, él no volvería a ver a su nieto Bejamín y mucho menos a ella y su hermana. Lo peor es que se lo pidió como una prueba de amor. 

Por la otra parte, Diego Sinagra y Jana Salabaian están condenados a obtener una parte económica, sólo eso. Ellos ya saben que su papá no los quiere, o no los puede, ver. Lo mismo sucederá con el hijo de Ojeda, la exnovia, quien aparentemente le daría su apellido, puesto que el Diez se borró. 

Sin dudas, que a ellos no les queda otra que sacar el mayor provecho económico a modo de venganza por haber sido discriminados y apartados del afecto paterno.

Serían cinco en total lo herederos, que cada uno a su manera lo entiende como una venganza o recompensa a cambio de tanto sufrimiento.

Pobre Matías, el otro chiquito que lleva la esencia del excapitán de la Selección, que ni siquiera se ganó el apellido.  En una madrugada de 1999, Diego conoció a Laura, una moza divina de un local nocturno de la Costanera. Fue amor a primera vista, que significó la gestación de un nuevo individuo, pero parece que Pelusa ya no se acuerda.

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